Una Aventura Inolvidable Desde Costa Rica Hasta la Cima del Barú

La madrugada del 2 de mayo comenzó con una mezcla de expectativa, cansancio y emoción. Un grupo de siete valientes viajeros partió desde Costa Rica y, tras un largo recorrido por carretera, llegaron al pequeño pueblo de Volcán en la provincia de Chiriquí, Panamá. Su objetivo: conquistar la cima del Volcán Barú, el punto más alto del país.

Salimos de Volcán a las 11:00 p.m. del 1 de mayo, y luego tras realizar el proceso de registro y ultimar detalles logísticos. A las 12:15 a.m. del 2 de mayo, bajo un cielo estrellado, comenzó el ascenso. Antes de adentrarnos en la montaña, compartimos una charla para prepararnos física y mentalmente. Cada paso que dimos en la oscuridad fue acompañado por el crujir del sendero, el canto lejano de los búhos y, por momentos, el fuerte llamado del sueño que intentaba vencernos.

La caminata fue un verdadero turno nocturno, en el que cada quien mantuvo su propio ritmo: algunos subían con agilidad, mientras otros preferían una marcha constante y pausada. Pero todos tenían algo en común: el deseo de llegar a la cima.

El premio no se hizo esperar. Cerca del amanecer, mientras las primeras luces del día pintaban el horizonte, algunos presenciaron el espectáculo desde el sendero, y otros alcanzaron la cima justo a tiempo para contemplar el Caribe y el Pacífico al mismo tiempo.

Tras celebrar el logro en la cima y explorar la zona del cráter, emprendimos el descenso, que fue más rápido: cuatro horas y media. Algunos habían demorado ocho horas en subir; otros, seis horas con cuarenta minutos. Cada paso de regreso fue una mezcla de satisfacción y cansancio. Y, como si la montaña quisiera cerrar con broche de oro, la lluvia nos sorprendió durante los últimos tramos, refrescando nuestros cuerpos y reviviendo nuestros ánimos.

Los últimos 2.3 kilómetros del sendero, conocidos por su fuerte inclinación, fueron, como siempre, un verdadero reto. Esa sección representa casi la mitad de toda la ganancia de elevación del recorrido, y exige un esfuerzo final que pone a prueba la determinación de cada persona.

Afortunadamente, el sendero estuvo bastante solitario aquella noche. Solo encontramos a otro grupo pequeño en el trayecto, lo que nos permitió disfrutar de una experiencia más íntima con la montaña y el entorno.

Al regresar, el grupo se hospedó en el cálido y acogedor Hostal Quédate Aquí, un lugar ideal para descansar tras una jornada tan intensa. Con su atmósfera tranquila y atención amable, fue el espacio perfecto para reponer energías antes de su regreso a Costa Rica.

Queremos agradecer a cada integrante del grupo por su esfuerzo, actitud positiva y espíritu de aventura. Fue un honor guiarlos en esta travesía. Les deseamos muchos éxitos en sus futuras expediciones, y esperamos que este hike les haya enseñado que la verdadera cima no solo está en la montaña, sino también en lo que cada uno es capaz de superar internamente.

Y como parte de nuestro compromiso con la cultura, agradecemos a nuestro patrocinador Movimiento Difusión Sonora, un espacio que promueve la música independiente, el talento auténtico y las historias que inspiran, como esta.

Para más información o para planificar tu próxima expedición con nosotros, contáctanos directamente al: 507-6583-4959.
¡Nos vemos en la montaña
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